lunes, 21 de abril de 2014

LA PARRA ... LA PARRA ... LA CASA DE LA PARRA ...

En 1984, se aprueba el Plan General de Ordenación Urbana de Segovia por Orden Ministerial, plan peculiar que nunca fue publicado en boletín alguno. La peculiaridad consistía en que asumía varios planes parciales y especiales anteriores pero dejaba sin ordenación detallada las áreas históricas, las que ahora son reunidas en un ansiado Plan Especial de las Áreas Históricas PEAHIS que no acaba de salir a la luz. 


En estas zonas quedaron recogidas en el Plan General las directrices para futuros desarrollos de Planes Especiales, los conocidos como «Recinto amurallado», «Extramuros», «San Lorenzo» o «El Salvador».

En los años siguientes con parsimonia y tras amplios debates fueron aprobándose los Planes Especiales, mientras tanto, el Ayuntamiento aplicaba con rigor las directrices sobre estos planes que, como medidas decían : no se incrementará la edificabilidad, no se reducirán espacios libres, no…., algo así como «los diez mandamientos».

El espectro político era más variado de lo que es ahora, CDS, PSOE, IU, PP, y en el año 1992 existían las Comisiones y Juntas Locales como órganos de debate previo.


Los planes se intentaron llevar a cabo mediante un equipo de trabajo municipal, se contrataron arquitectos nóbeles, después equipos de trabajo. Una publicación posterior muestra los estudios y propuestas realizados hasta esa fecha.

Mientras tanto, la vida de la ciudad sigue con sus crisis periódicas, 1980, 1990…, oportunidades para comprar ruinas en el centro, hacerse allí casitas o mansiones, compras, ventas y negocios. El centro incorpora aún más edificios de servicios, mediante ampliaciones de los existentes o creación de otros nuevos.

Por esas fechas un arquitecto, Mariano Velasco, compra una parcela en la calle La Parra con un edificio hacia la calle de San Agustín y un patio con derruidos cobertizos de uso desconocido, si bien algunos lo recuerdan como huerta o incluso con uso ganadero. Fue un promotor hábil, un visionario o tuvo suerte, no se sabe, tan solo que vendió el edificio delantero, la parte construida, para el Colegio de Abogados, estratégicamente situado frente a los Juzgados, y se quedó con el resto de la parcela.

Se siguen aplicando los mandamientos de las directrices del Plan General en la delimitación del Plan Especial del Recinto Amurallado : «No ocuparás los espacios libres».

Hasta que se aprueba el Plan Especial del Recinto Amurallado que, por cierto, también era de Reforma Interior. En este plan los proyectistas de los planes especiales prevén conformar una plazoleta en la parte inferior de la parcela sobre unas antiguas edificaciones y tapando una medianera. Así lo aprueba el Ayuntamiento. También aprueba la construcción de aparcamientos bajo los espacios libres de las parcelas para descongestionar de vehículos las calles. Esto último ante la feroz oposición de IU.

La parcela recibe así un premio, edificabilidad en su lado norte y posibilidad de realizar aparcamientos. La intervención del propietario en el planeamiento no se sabe, ni posiblemente se sepa nunca, pero lo que está claro es la intencionalidad de los planificadores en ordenar una parcela, una plaza, eliminar medianeras consolidadas y garantizar unas vistas desde el jardín aledaño. Los resultados previstos se pueden comprobar.

El propietario-arquitecto proyecta en esta parcela su casa, en el espacio libre resultante su jardín, y bajo ambos un aparcamiento para más de medio centenar de vehículos.

Para la construcción pide licencia una vez aprobado definitivamente el planeamiento que lo permite, el arquitecto municipal emite informe, el jurídico también, la comisión de gobierno lo da el visto bueno y se  otorga licencia allá por el año 1993, con el único e insalvable fallo de que el Plan Especial estaba aprobado definitivamente pero aún no se había publicado. Todo el problema radica en una mera cuestión de fechas y de interpretación de la legalidad, ya que al poco tiempo se publicó.

No a todos les pareció bien, Javier Ruiz Carvajal, vecino de la Parra, aparejador y funcionario, enarbola la bandera de la legalidad, exigiendo que no se construyese enfrente de su casa y que se plantase un huerto (es curioso de quien carece de licencia de primer uso en su propia vivienda) y anima a otros vecinos a ir contra el Ayuntamiento, a lo cual un abogado Andrés-Ricardo Martínez, colaborador por entonces con el Colegio de Arquitectos, les orienta, lo más operativo es querellarse contra el arquitecto municipal informante.

La querella no interrumpe el otorgamiento de la licencia. Es revisada con nuevos informes técnicos y jurídicos y se reafirma la concesión en base a los mismos.

El Juez, tras un año de comprobaciones, archiva el expediente diciendo que el técnico no es responsable ni de lo que diga el planeamiento ni de lo que decida el Ayuntamiento.

Continúa la guerra contra la licencia que va convirtiéndose en obra a una extraordinaria velocidad. Coge el relevo en la oposición a la obra Luis Peñalosa, cabeza visible de IU, con el apoyo de AVRAS (Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado), a la cual pertenecia el denunciante Javier Ruiz, y comienzan los contenciosos.

El primer contencioso fue contra la licencia. Un tema jurídico, se había concedido antes de la plena vigencia del Plan, puesto que no se había publicado en el Boletín el texto completo del planeamiento cuando ésta fue concedida. El Ayuntamiento defiende que el acto plenario de la aprobación definitiva es suficiente y que ya está publicado. Los tribunales anulan la licencia.

El segundo contencioso, se puede legalizar la obra con el planeamiento aprobado, pero los contrarios al Ayuntamiento litigan contra el Plan Especial, dicen que ha superado las directrices del Plan General. En concreto que se ha construido en espacios libres, atentando contra los mandamientos. El Ayuntamiento defiende la diferencia entre solares vacantes de edificación y espacios libres. Los tribunales afirman que muy bien esa diferencia, pero que no puede ser una interpretación sino que se debe definir en el planeamiento general. Anulan parte del Plan Especial.

 
Mientras tanto la obra lleva varios años construida.

El Ayuntamiento tramita la Revisión del Plan General, aprobada en diciembre de 2007 y publicada en 2008. Pero es un plan incompleto, puesto que ante la falta de consenso sobre las áreas históricas, se excluyen del Plan General, quedando por tanto vigente los Planes Especiales aprobados y los desaprobados en una situación cuanto menos atípica.

Sobre estos huecos del Plan General se empieza a tramitar el Plan Especial de las Áreas Históricas PEAHIS en las zonas que habían quedado excluidas. Tramitación que queda paralizada en tanto no se desarrolle y apruebe un documento de adaptación del PGOU de 2008 para delimitar el ámbito de ese Plan Especial, documento conocido como DALS que se aprueba a principios del año 2013. Hasta la fecha sigue sin salir a la luz el tan debatido PEAHIS, más por cuestiones políticas que técnicas.

En estos momentos la casa de la Parra se encuentra a la venta en portales inmobiliarios por una cantidad nada despreciable de 1.200.000 €.
http://www.idealista.com/inmueble/1761160/
 
A pesar de los intentos de la propiedad de legalizar la edificación con el desarrollo del nuevo planeamiento aún sin salir y cuando todo indicaba que dicha edificabilidad iba a ser recogida en el PEAHIS según los informes de los técnicos municipales, aparece una última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, afirmándose en la ilegalidad y ordenando su derribo inmediato.

El TSJ anula el Decreto del Ayuntamiento de enero de 2012 por el que se trató de legalizar el edificio. En dicha sentencia se hace alusión a la dejadez del Ayuntamiento que en todo este tiempo transcurrido podía haber resuelto esta situación. El tema se ha convertido en una patata caliente que ha ido pasando de corporación en corporación sin poder o más bien sin querer encontrar solución. No ha habido intención o han existido trabas que lo han impedido como el último pacto PSOE-IU (un lastre en algunos casos para esta ciudad) en el que a cambio de obtener la gobernabilidad para el PSOE, un solo concejal de IU, Luis Peñalosa, impone su criterio y se han echado atrás temas tan importantes para el desarrollo de la ciudad como el tan citado parking en el Paseo del Salón o el intento de legalizar esta edificación, entre otros.

Hay presiones en el Juzgado de cumplir la sentencia y mostrar al mundo el peso de la Ley, y hay reticencias en el Ayuntamiento por un coste grande de esta operación, y del Juzgado por derribar un edificio que con el nuevo planeamiento podría legalizarse. En un principio el Juzgado ordena el derribo, posteriormente lo reconsidera y por último lo vuelve a ordenar, no se sabe si por presiones de los demandantes o ante la falta de diligencias en el nuevo planeamiento que den cobertura jurídica a la construcción.


¿Se demolerá la Casa de la Parra? De momento el Ayuntamiento ha presentado un proyecto de derribo con un  presupuesto de 200.000 € y sobrevuela la posterior indemnización a los propietarios (que estarán frotándose las manos) por un valor próximo a los 2 millones de euros, que saldrán de las arcas municipales que entre todos alimentamos.

Adjuntamos a continuación enlaces con noticias sobre este asunto aparecidas en la prensa local :


También hay una certeza para todos los segovianos, si se demuele quedará un solar vacío visible desde un mirador privilegiado, los jardines de San Agustín. Porque ¿quién puede ordenar al propietario que plante y cuide un jardín o vuelva a cultivar un huerto ? Luis Peñalosa, paladín de esta cruzada por la restitución de la legalidad, se lo ha debido pensar y ha lanzado la estrambótica propuesta de mantener los garajes y el jardín consolidado encima. Puede que sea por remordimiento de conciencia o por pura inconsciencia. Desde aquí proponemos a la nueva alcaldesa eregir en el solar resultante tras el derribo una estatua con la figura de Luis Peñalosa Izuzquiza, hijo del Vizconde de Altamira de Vivero, perteneciente a una familia de rancio abolengo a la par que portavoz municipal de Izquierda Unida y concejal en varias ocasiones del Ayuntamiento por IU, conocido defensor del urbanismo, inmovilismo y las causas justas.

Se comenta que los segovianos no nos merecemos el Ayuntamiento que tenemos. Seguro que sí nos lo merecemos. Un planeamiento tranquilo, que proponga plazoletas, jardincitos, usos, vistas, paisajes, paseos, no es posible, siempre aparecen de por medio intereses particulares, envidias, politiqueos, negocios, malabarismos jurídicos……….. es nuestra particular aportación a «La chisquereta de las vanidades».


Vista área de la Casa de la Calle La Parra
¿Qué gana la ciudad con el derribo de la "Casa de la Parra"?. ¿Qué pierde con su mantenimiento?
Si hicieramos una encuesta entre todos los segovianos sobre este derribo estamos seguros que habría muy pocos partidarios de acabar con una edificación que no es molesta, no se trata de ninguna aberración y lleva ya casi 20 años consolidada en el paisaje urbano de Segovia, pocos entienden que por cuestiones formales de tramitación o luchas políticas, por la inoperancia y el caciquismo, esta situación nos pueda llegar a costar dos millones de euros.

P.D.- Los datos se han obtenido mediante conocimiento directo o indirecto del tema, con seguimiento de los medios, pidiendo disculpas si algún dato pueda ser incompleto o tenga alguna inexactitud.

2 comentarios:

  1. Artículo muy ilustrativo y no falto de humor.

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  2. Tuve ocasión de leer el expediente de la Parra completo hace tiempo y puedo deciros que los datos de este artículo son correctos. Una de las historias más absurdas del urbanismo de esta ciudad, que nos va a costar una fortuna.

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