viernes, 23 de septiembre de 2016

ARQUITECTOS LOW COST

En este panorama actual tan desolador en el que llevamos ya casi un año sin gobierno, nuestra profesión se encuentra también paralizada y pasando por uno de sus peores momentos del que parece que nunca se va a salir. Con un ligerísimo repunte en obra privada y de la obra pública (casi nula) y de los concursos mejor no hablar.

Continuamente amenazada por agentes externos ya sea la Ley de Servicios y Colegios Profesionales LSCP (actualmente en el cajón como otras tantas leyes), la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia CNMC con sus informes y su ojo avizor abriendo expedientes sancionadores al mínimo movimiento de lo que ellos consideran ir en contra de la libre competencia. Ya se encargaron de eliminar las tarifas sobre honorarios mínimos y ahora parece que van a por la eliminación de la colegiación obligatoria (esto último no es tan negativo y sería bien visto por una amplia mayoría del colectivo, tal y como se han ido gestionando los Colegios en los últimos tiempos).

En el siguiente enlace se puede ver el último informe de la CNMC sobre los nuevos Estatutos del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos y su Consejo General en el que recomienda la supresión de la colegiación obligatoria:
http://www.agronewscastillayleon.com/competencia-recomienda-la-supresion-de-la-colegiacion-obligatoria-en-los-nuevos-estatutos-de-los
 
Pero los verdaderos enemigos de la profesión, no nos engañemos, somos nosotros mismos que a falta de regulación de honorarios hemos ido bajando nuestras tarifas hasta llegar a trabajar casi gratis.

En el siguiente artículo de nuestro compañero Arturo Montilla queda reflajado: 
No hemos sabido valorar nuestro trabajo, ni hacer ver a la sociedad la importancia de nuestra labor, de un trabajo bien hecho y flaco favor han hecho los Colegios y su corporativismo tapando y encubriendo esta situación.

Pongamos ejemplos vistos últimamente por las redes sociales de ofertas de trabajo:

Algunas, como ésta, ofertando la hora de arquitecto a 2,50 € y lo grave es que siempre habrá alguien que lo acepte.

Ejemplo de una misma oferta de trabajo para arquitecto y traducida en el caso de un cirujano, genial comparación hecha por nuestro compañero José Mª Echarte desde su blog "n+1", siempre tan agudo:




















Lo que nos parece normal en el caso de arquitecto lo vemos como una auténtica aberración en la oferta de trabajo de cirujano.
 
A continuación unas tarifas de arquitectos low cost publicadas en su página web que se anuncia en varios medios en las que vemos un claro indicio de competencia desleal:

Y por último una oferta de trabajo en la que se ve claramente que lo único que buscan es alguien que les firme algo ya acordado y por supuesto que se adquiera toda la responsabilidad de lo que han hecho otros por un precio ridículo:


¿Cómo hemos podido llegar a esta situación? ¿Qué es lo que ha fallado? 

No seamos ingenuos en cargar todas las culpas a la falta de regulación de honorarios, nos hace falta formación empresarial, tomar consciencia de lo que vale nuestro trabajo, de lo que nos ha costado llegar a ser arquitectos, nadie nos ha regalado nada.
  • Ya en las Escuelas de Arquitectura vemos lagunas en este aspecto, mucha formación académica y poca empresarial, luego los recién titulados salen a la calle y no saben por dónde se andan, no saben qué cobrar y aceptan cualquier oferta.
  • Los Colegios Profesionales, que desde que se abolieron las tarifas poco se han preocupado de hacer ver a sus colegiados lo que cuesta ser arquitecto (seguro de responsabilidad civil, cuota de autónomo, cuota colegial, …) eso ya supone unos gastos fijos al mes, más alquiler de estudio, gastos de desplazamientos, etc, etc…. Se debería enseñar en varios ejemplos lo que cuesta hacer un proyecto para partir de unos mínimos a cobrar y asegurarse de no tener pérdidas. No es tan complicado, pero no hay voluntad. Recordemos que en varias Asambleas Generales de Residentes de esta Demarcación se solicitó y se ha hecho caso omiso al clamor general. Estamos a otras cosas.

Y ya la puntilla de esta situación son los Concursos de la Administración con unas bases en las que lo que más puntúa es la oferta económica más baja y en muchos hasta forman parte del Jurado miembros de las Juntas Colegiales, siendo en cierto modo cómplices de esta situación. La adjudicación suele estar en bajas que van del 40 al 60% del precio de salida de licitación y hemos visto en algunos casos más del 70%. Desde que desaparecieron las cláusulas de bajas temerarias por las cuales quedaban fuera de concurso esas licitaciones, estamos ahora en la ley de la selva en la que todo vale y desde luego lo que menos se valora es la calidad del proyecto.

Parece que ya se están dando cuenta de que no siempre la oferta más barata es la mejor, cuando continuamente se presentan modificados de proyectos que generan más gastos. Vemos en este artículo como Fomento empieza ya a vetar las ofertas temararias en sus concursos:
http://cincodias.com/cincodias/2016/09/06/empresas/1473188056_507410.html?id_externo_rsoc=TW_CC

Para contribuir a esta infravaloración del trabajo de arquitecto las propias Escuelas de Arquitectura ofertan prácticas no remuneradas en estudios de arquitectura  a cambio de créditos y claro está así esos estudios de arquitectura con mano de obra gratis se pueden permitir presentarse a concursos con bajas económicas y seguramente se los llevan. Nos preguntamos si esos integrantes de los estudios de arquitectura tendrán algo que ver con los profesores de las escuelas que fomentan esos becarios, mejor dicho esclavos.

¿Qué se puede esperar si ya desde las Escuelas no se valora el trabajo del futuro arquitecto? 
Mal, muy mal…..

Hay mucho por hacer, está claro que quedarnos en la lucha por pelear la vuelta de unos baremos de honorarios no es suficiente, ni nos va a llevar a ningún sitio, (creo que a estas alturas casi todos hemos firmado en "change.org" alguna petición para volver a instaurar unos honorarios mínimos o al menos orientativos y no parece que veamos algún fruto). Se tienen que abrir más frentes: hay que educar a los futuros arquitectos desde las Escuelas, hacer un seguimiento y formación continua desde los Colegios o en su caso Asociaciones Profesionales que aconsejen sobre marketing y empresa. Es muy importante que sepamos lo que debemos cobrar para no perder dinero, sin aceptar ofertas por debajo, sin dejarnos prostituir. Hay que saber hacer entender a la sociedad, a los futuros clientes, lo que un arquitecto hace por ellos, lo que supone el coste de sus honorarios en el cómputo total del coste de la edificación y la importancia que tiene, si no somos capaces de hacerlo por nosotros mismos, es mejor cerrar el chiringuito y dedicarnos a otra cosa. Pero para eso hay que tener una conciencia de colectivo y eso es algo de lo que carecemos.




En estos dos gráficos podemos observar el porcentaje del coste de los honorarios del arquitecto en el cómputo total del desarrollo de la edificación.

 


El CSCAE con sus lobbies en los ministerios no parece que resuelvan mucho esta situación, se dedican a aprobar su Reglamento de Régimen Interno en el que priman su estatus y la escasa participación del colegiado, que no tiene ninguna potestad para decidir ni participar en asambleas ni en procesos electorales (ellos se lo guisan y se lo comen). Nos ha llamado la atención que en el apartado del Régimen Disciplinario se propone una Comisión de Recursos y Régimen Disciplinario para la tramitación de expedientes sancionadores formada por 5 arquitectos colegiados designados por las Juntas de Gobierno de 5 Colegios, de forma rotatoria, que toman acuerdos que someten al Pleno de Consejeros los cuales deciden al final si les gusta o no ¿dónde está la independencia y libertad de criterio si al final cualquier decisión que tome esta Comisión tiene que contar con el visto bueno de los Consejeros? Para eso mejor que decidan ellos directamente y se evitan gastos de mantenimiento de esa Comisión independiente.

En los últimos tiempos las auténticas finalidades por las que se constituyeron los Colegios de Arquitectos se han desvirtuado considerablemente y más en los años de crisis en los que no se han sabido adaptar a las circunstancias ni han sabido gestionar y economizar recursos.

Es probable que Asociaciones Profesionales de libre adscripción al servicio de los arquitectos y de la sociedad, desligadas de la Administración (sin ser Corporación de Derecho Público como son los Colegios) con mayor independencia y libertad de actuación pudieran defender mejor los intereses de los profesionales arquitectos a la hora de aconsejar sobre los honorarios a cobrar e incluso publicando tarifas orientadoras sin temor a ser sancionados por la CNMC.

Hace poco se ha publicado en los medios una sanción a un conocido gran almacén por vender un producto por debajo del precio habitual:
http://economia.elpais.com/economia/2016/09/02/actualidad/1472816177_655122.html
 

Si existe una Ley de Competencia Desleal, cuyo artículo 17 dice textualmente:
Artículo 17. Venta a pérdida.
1. Salvo disposición contraria de las leyes o de los reglamentos, la fijación de precios es libre.
2. No obstante, la venta realizada bajo coste, o bajo precio de adquisición, se reputará desleal en los siguientes casos:
  • a) Cuando sea susceptible de inducir a error a los consumidores acerca del nivel de precios de otros productos o servicios del mismo establecimiento.
  • b) Cuando tenga por efecto desacreditar la imagen de un producto o de un establecimiento ajenos.
  • c) Cuando forme parte de una estrategia encaminada a eliminar a un competidor o grupo de competidores del mercado.
que es capaz de sancionar al Corte Inglés por vender aceite muy barato por debajo del precio medio de mercado ¿por qué este mismo criterio no se aplica a los arquitectos low cost o a los concursos públicos con adjudicaciones a la baja o las ofertas de trabajo en portales de internet con propuestas de honorarios muy por debajo de la media de mercado?

Sirva esto como reflexión, quizás es por aquí por donde los Colegios deberían empezar la lucha legal y frenar este disparate “low cost” que nos azota.




Os dejamos un enlace del blog "la hora del arquitecto" en el que se analizan estas cuestiones:
http://lahoradelarquitecto.blogspot.com.es/p/los-costes.html

 
Hay mucho por hacer y muchos frentes para pelear por una profesión digna, pero no hay espíritu de lucha conjunta en nuestro colectivo, cada uno se busca las habichuelas lo mejor que puede en su parcela privada y así nos va. Tampoco vemos avances por parte de nuestros Colegios (y si los hay no llegan al colectivo).

Mientras, son cada vez más los jóvenes prometedores arquitectos que hacen las maletas en busca de mejores oportunidades que aquí no consiguen y tienen muy claro en sus principios que no están dispuestos a trabajar gratis.



By Carmen Gómez