miércoles, 24 de julio de 2013

EL PALACIO DE CONGRESOS DE SEGOVIA: CRÓNICA DE UNA MALA GESTIÓN Y UN ENFRENTAMIENTO PARTIDISTA

Corrían los años 90, ya en el epílogo del siglo XX  cuando el Ayuntamiento de Segovia presidido por Ramón Escobar (PP) encargó al estudio del arquitecto catalán Oscar Tusquets -afín al partido popular- el proyecto de rehabilitación del Teatro Cervantes para convertirlo en el futuro Palacio de Congresos de Segovia. Dicho proyecto básico del año 1999 costó a las arcas municipales 70 millones de las antiguas pesetas y no llegó a aprobarse porque no se ajustaba al planeamiento urbanístico. Se contaba por entonces con una ayuda de la Comisión Europea de 720 millones de pesetas y otra de Caja Segovia por 150 millones, estando presupuestada la operación en 1.200 millones de pesetas. Al no poderse adaptar el proyecto a la normativa urbanística y tras los comicios municipales y el pacto del PP con el CDS, el proyecto quedó paralizado y se perdió la financiación europea.
  
Maqueta del proyecto de Oscar Tusquets
Ya en el año 2003 el Ayuntamiento encargó al entonces arquitecto municipal Federico Coullault un nuevo proyecto básico de rehabilitación del Cervantes que fue autorizado por la Comisión de Patrimonio. Y cuando el actual Alcalde Pedro Arahuetes (PSOE) se hizo con el gobierno municipal se retomó el proyecto y se adjudicó la primera fase de las obras, que tuvieron que paralizarse por problemas estructurales que obligaron a cambiar el proyecto inicial, estamos ya en el año 2005.

Al año siguiente, la Junta de Castilla y León (PP) paralizó las obras al comprobar un exceso de volumen y altura del edificio con respecto al proyecto inicial. Como es evidente las modificaciones que se realizaron con posterioridad no contaban con el visto bueno de la Comisión de Patrimonio.

Se presentó un tercer proyecto justificando ese aumento de altura necesario tras eliminar la planta sótano por problemas estructurales, que no fue aprobado por la Junta de Castilla y León. Por fin, a finales del 2007 y tras un cuarto proyecto básico redactado por el nuevo arquitecto municipal Carlos Sanz del Sol en el que se eliminaba el exceso de altura, se pudo por fin contar con la aprobación de la Junta.

En el año 2008 con un gobierno socialista en la nación se firmó el protocolo para la rehabilitación del teatro Cervantes, anunciándose que estaría terminado en el 2010. Pero fue en ese año cuando el Ministerio de Vivienda adjudicó el proyecto de ejecución a la UTE formada por Javier Fuster Arquitectos S.L.P. y Héctor Miguel León-Rosa Muñoz Ávila por un importe superior a los 280.000 euros. La Junta dio el visto bueno y a finales del 2011 el Ministerio de Fomento (todavía en manos del PSOE) publicó el anuncio de licitación de las obras con un presupuesto de ocho millones y medio de euros y un plazo de ejecución de 42 meses.

Sin embargo, misteriosamente con la llegada del partido popular al gobierno de la nación, este proyecto ha quedado en el limbo, ni siquiera se recogió en los Presupuestos Generales del Estado, ni del 2012 ni del 2013. Está claro que al partido popular nunca le ha interesado sacar adelante el Palacio de Congresos de Segovia y menos con un gobierno municipal socialista. Puro enfrentamiento partidista.

Y ahora de repente, como salido de la chistera del mago Copperfield, aparece un proyecto de seudo palacio de congresos -más bien un salón de actos- en el complejo privado “La Faisanera” promovido por la Diputación Provincial y financiado por la Junta de Castilla y León (ambas PP) con un presupuesto de ocho millones de euros, casi lo mismo en que estaban presupuestadas las obras del Cervantes.

Si no había dinero para una cosa es incomprensible que ahora si lo haya para una inversión que pretende salvar de la bancarrota el desastre financiero de “Segovia 21”, no olvidemos que se trata de dinero público inyectado en una promoción privada y curiosamente emprendida por el anterior presidente de la Diputación y de Caja Segovia Atilano Soto (PP) -tan nombrado últimamente en asuntos judiciales de presunta corrupción y malversación de fondos-, es decir que el dinero de todos con una obra de ingeniería financiera muy hábil va a parar a los inversores del partido popular para sacar adelante ese macro proyecto llamado “Segovia 21” que se encuentra muerto.

Y lo peor, es que piensan que los ciudadanos somos tontos, intentándonos vender esa cosa como el “tan ansiado Palacio de Congresos de Segovia” a 8 Km de la ciudad. Y el gremio de hosteleros y comerciantes afines al partido también se congratulan de tan maravilloso proyecto que va a revitalizar la ciudad. No seamos ingenuos, lo único que va a revitalizar es la venta de parcelas, el campo de golf y al hasta ahora parado hotel de la cadena NH, con el que seguro que existía algún tipo de compromiso. Los hoteles y el comercio de Segovia no se van a beneficiar, como mucho las poblaciones más próximas como Palazuelos de Eresma o La Granja de San Ildefonso.

Y mientras las diferentes asociaciones e instituciones de la capital (asociaciones de vecinos, patronal de industrias de la construcción, etc….) se pronuncian a favor o en contra. Y nuestro querido Colegio, como acostumbra, no se manifiesta, no ya en lo horroroso que es el proyecto (un cubo metido a capón en el patio de un edificio) ni en si cumple o no con la normativa urbanística, si no en la adjudicación a dedo de dicho proyecto al estudio vallisoletano Bentabol & Rodrigo -curiosamente redactores habituales de proyectos para la Junta de Castilla y León-. 

¿Debería nuestro Colegio reivindicar la transparencia en la adjudicación y la convocatoria de un concurso para una obra pública de semejante envergadura, y denunciar la tan empleada estratagema de dividir un proyecto en fases para poder adjudicarlo directamente y evitar sacarlo a concurso?.

Deseamos que el Colegio defienda nuestros intereses y se realicen concursos abiertos, de proyectos e incluso previos, de ideas y emplazamientos, con una participación activa del colectivo en las obras de arquitectura y urbanismo de nuestro territorio.

No podemos callar, nosotros ni nuestros representantes. Es preferible asumir críticas o incluso equivocarse, porque el mutismo sólo lleva a la irrelevancia.

3 comentarios:

  1. en 1996 hice esta especie de anteproyecto para la rehabilitación del Cervantes: http://jcgargiuloarquitecto.blogspot.com.es/2010/10/el-conservatorio-de-segovia-una.html

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  2. El silencio del Colegio a lo mejor se debe a que su Junta Directiva con su Presidente a la cabeza está demasiado comprometida con la Diputación Provincial y el Partido Popular.

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  3. Segovia21 encargó a ese mismo estudio vallisoletano el proyecto que se estaba ejecutando hasta que se paralizaron las obras hará cosa de un año y que no consistía en un pseudo palacio de congresos, sino en el club social del campo de golf de la faisanera. El proyecto de recuperación de las ruinas del antiguo palacio consistía en eso, hasta que se paralizaron las obras. Era un proyecto de una magnitud y presupuesto desproporcionado para dicho campo de golf.

    Después de un año paralizadas las obras, aparece de pronto un nuevo proyecto, encargado al mismo estudio de arquitectos que realizó el proyecto anterior, y ahora con ayuda económica de la junta, a cambio eso de sí, de embutir en el patio del proyecto original un cubo que alberga un patio de butacas al que pretenden llamar "palacio de congresos". Ridículo, señores...

    Interesante será saber como el arquitecto municipal de Palazuelos de Eresma concede licencia al nuevo encargo, ya que el anterior agotaba por completo la edificabilidad de la parcela en que se hayan las ruinas, y el cubo que se embute en el patio central ocupa unas dimensiones no pequeñas precisamente, metros cuadrados que sobrepasarán completamente la edificabilidad total de la parcela en que se implanta el proyecto

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